Asesinato

A finales de marzo de 1968, Martin Luther King se desplazó a MemphisTennessee) para apoyar a los basureros negros locales que estaban en huelga desde el 12 de marzo con el objeto de obtener una mejora salarial y un mejor trato. (
A los afroamericanos se les pagaba 1 dólar y 70 centavos por hora y no se les pagaba cuando no podían trabajar por razones climatológicas, al contrario de lo que se hacía con los trabajadores blancos.[58]
Como consecuencia de las protestas pacíficas, estalló una oleada de violencia contra ellas que degeneró en el asesinato de un joven afroamericano.[59
El 3 de abril, en el Mason Temple (Church of God in Christ, Inc. - sede mundial), Martin Luther hizo el discurso profético "I've Been to the Mountaintop" (« He estado en la cima de la montaña ») ante una auditorio eufórico:
No es verdaderamente importante lo que ahora ocurre... Algunos han comenzado a […] hablar de amenazas que se perfilan. ¿Qué es lo que me podría ocurrir por parte de uno de nuestros malvados hermanos blancos? … Como todo el mundo, a mí me gustaría vivir mucho tiempo. La longevidad es importante, pero eso es algo que ahora no me preocupa. Yo solo quiero cumplir la voluntad de Dios. ¡Y él me ha autorizadotierra prometida. Puede que yo no vaya allí con vosotros. Pero quiero que sepáis esta noche que nosotros llegaremos como pueblo a la tierra prometida. Y estoy muy feliz esta noche. No tengo ningún temor. No tengo miedo de ningún hombre. ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del señor! a subir a la montaña! Y he mirado en torno a mí y he visto la
El 4 de abril de 1968 a las 18 horas y un minuto, Martin Luther King fue asesinado por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee). Sus últimas palabras en ese balcón fueron dirigidas al músico Ben Branch, quien iba a actuar esa noche durante una reunión pública a la que asistiría Martin Luther:[60]
Ben, prepárate para tocar Precious Lord, Take My Hand (Señor, toma mi mano) en la reunión de esta noche. Tócala de la manera más hermosa.
Sus amigos, que estaban dentro de la habitación, al oír los disparos corrieron hacia el balcón donde encontraron a Luther King con un bala en la garganta. Su muerte fue declarada en el St. Joseph's Hospital a las 19h05. El asesinato provocó una oleada de motines raciales en 60 ciudades de los Estados Unidos (125 en total[61] ) que provocaron numerosas muertes y obligaron a la intervención de la guardia nacional[62]
Cinco días más tarde, el presidente Johnson decretó un día de luto nacional (el primero por un afroamericano) en honor de Martin Luther King. 300000 personas asistieron a sus funerales,[63] a los que asistió también el vicepresidente Hubert Humphrey (Johnson estaba en una reunión sobre Vietnam en Camp David y había el temor de que su presencia pudiese provocar manifestaciones de los pacifistas). Motines de cólera estallaron en más de cien ciudades provocando 46 víctimas.[9]
A petición de su viuda, Martin Luther hizo su propia oración fúnebre con su último sermón, « Drum Major », grabado en la 'Ebenezer Baptist Church.
En este sermón, pidió que en sus funerales no se hiciese mención alguna de sus premios sino que se dijese que él había intentado «alimentar a los hambrientos », « vestir a los desnudos », « ser justo sobre el asunto de Vietnam » y « amar y servir a la humanidad ». A petición suya, su amiga Mahalia Jackson cantó su himno favorito, Take My Hand, Precious Lord.
Tras el asesinato, la ciudad de Memphis negoció el fin de la huelga de una manera favorable a los basureros.[64]
Según el biógrafo Taylor Branch, la autopsia de King reveló que, aunque solo tenía 39 años, su corazón parecía el de un hombre de 60, mostrando físicamente el efecto del estrés de 13 años en el movimiento de los derechos civiles.[65]
Entre 1957 y 1968, King había recorrido más de 9,6 millones de kilómetros, hablado en público más de 2500 veces, arrestado por la policía más de veinte y había sido agredido físicamente al menos en cuatro ocasiones.[66]

Investigación y desarrollos posteriores

Dos meses después de la muerte de Martin Luther King, James Earl Ray, un evadido, fue capturado en el aeropuerto de Londres Heathrow cuando intentaba salir del Reino Unido con un falso pasaporte canadiense a nombre de Ramón George Sneyd. Ray fue extraditado rápidamente a Tennessee y acusado de la muerte de Martin Luther King; reconoció el asesinato el 10 de marzo de 1969 y se retractó tres días después. Aconsejado por su abogado Percy Foreman, Ray se declaró culpable con el fin de evitar la pena de muerte. Fue condenado a 99 años de prisión.
Ray despidió a su abogado, diciendo que los culpables de la muerte había sido un tal « Raoul » y su hermano Johnny, a los que había conocido en Montreal, Canadá. Dijo, además, que « él no había disparado personalmente contra King », aunque podía « ser parcialmente responsable sin saberlo », sugiriendo una pista acerca de una posible conspiración. Pasó luego el resto de su vida intentando en vano que se le anulase su condena y que se reabriese el proceso.
El 10 de junio de 1977, poco después de haber prestado declaración ante una comisión del congreso sobre el crimen en la que insistió en que no había matado a Martin Luther, se evadió con otros seis condenados de la cárcel de Brushy Mountain, en Tennessee. Fue detenido el 13 de junio y devuelto a prisión.[67]
En 1997, Dexter Scott King, el hijo de Martin Luther King, se entrevistó con Ray y apoyó públicamente los esfuerzos de Ray para conseguir un nuevo juicio.[68]
En 1999, un año después de la muerte de Ray, Coretta Scott King, viuda de Martin Luther y también dirigente de los derechos civiles, y el resto de la familia King, ganaron un proceso civil contra Loyd Jowers (propietario de un restaurante no lejos del Motel) y « otros conspiradores ». En diciembre de 1993, Jowers había aparecido en Prime Time Live de ABC News y había revelado detalles de una conspiración que implicaba a la mafia y al gobierno para asesinar a Martin Luther. Jowers relató durante el juicio que había recibido 100000 dólares para organizar el asesinato de Martin Luther King. El jurado de seis negros y seis blancos declaró a Jowers culpable y mencionó que « agentes federales habían estado implicados » en el complot para el asesinato.[69] William F. Pepper, antiguo abogado de Ray, representó a la familia de King durante el proceso y presentó 70 testigos.[70]
Al finalizar el proceso, la familia King había llegado a la conclusión de que Ray no había tenido nada que ver con el asesinato.[71]
En 2000, el Departamento de justicia de Estados Unidos terminó una investigación sobre las revelaciones de Jowers, pero no encontró ninguna prueba que pudiese demostrar una conspiración. El informe de la investigación recomendó que no hubiese ninguna nueva investigación en tanto que no se presentasen nuevos pruebas fiables.[72]

Alegaciones de conspiración

Se ha especulado con que Ray no era más que un peón, de la misma manera que muchos suponen lo mismo del presunto asesino de John F. Kennedy, Lee Harvey Oswald. Las pruebas que aducen los partidarios de esta teoría son:
  • La confesión de Ray fue obtenida bajo presión, y fue amenazado con la pena de muerte.[73]
  • Ray era un pequeño atracador y ladrón, y no tenía ningún antecedente judicial en el que hubiese sido acusado de crimen violento causado con arma.[74]
  • Dos exámenes balísticos realizados sobre el arma del crimen, una Remington Gamemaster, nunca llegaron a probar que Ray hubiese sido el asesino o que esta arma hubiese sido realmente el arma del crimen.[75]
  • Los testigos de la muerte de King dicen que el disparo no provenía de los apartamentos mencionados en la investigación sino de un matorral próximo a ella. Un matorral inexplicablemente cortado días después del asesinato.[76]
El 6 de abril de 2002, el New York Times informó de que un pastor, el Reverendo Ronald Denton Wilson, había declarado que era su padre Henry Clay Wilson quien había asesinado a Martin Luther King Jr, y no James Earl Ray. Dijo que sus motivos no habían sido racistas sino políticos, dado que pensaba que King era comunista.[77]
En 2004, Jesse Jackson, que estaba con King en el momento del crimen, explicó:[78]
El hecho es que había saboteadores para impedir la marcha. En el interior de nuestra propia organización, se descubrió que una persona muy importante estaba pagada por el gobierno. Así, pues, había infiltraciones en el interior, saboteadores en el exterior y ataques de la prensa. […] Yo nunca creeré que James Earl Ray tenía el motivo, el dinero y la movilidad para haberlo hecho él mismo. Nuestro gobierno estuvo muy implicado en preparar el terreno y pienso que también el camino para la huida de James Earl Ray.
Los biógrafos David Garrow y Gerald Posner se posicionaron en contra de las conclusiones de William F. Pepper, quien animó el juicio de 1999 al acusar al gobierno de estar implicado en la muerte de Martin Luther King Jr.[79